Trastorno de ansiedad generalizada en adultos

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Introducción

Todo el mundo siente ansiedad en algún momento de su vida; por ejemplo, puede sentir ansiedad y preocupación antes de presentarse a un examen, de someterse a un examen médico o de acudir a una entrevista de trabajo. En momentos como estos, sentir ansiedad puede ser completamente normal.

Sin embargo, a algunas personas les resulta difícil controlar sus preocupaciones. La ansiedad que sienten es más constante y a menudo, puede afectar a su vida diaria.

La ansiedad es el síntoma principal de diversas afecciones que incluyen:

Sin embargo, la información incluida en esta sección trata de una afección específica llamada trastorno de ansiedad generalizada (TAG).

El TAG es una enfermedad a largo plazo que provoca ansiedad debido a una gran variedad de situaciones y problemas, y no debido a un acontecimiento específico.

Las personas con TAG sienten ansiedad la mayoría de los días y, a menudo, les resulta difícil recordar la última vez que estuvieron relajados. En cuanto se resuelve un pensamiento ansioso, puede aparecer otro sobre un tema distinto.

El TAG puede causar síntomas tanto psicológicos (mentales) como físicos. Aunque estos varían de una persona a otra, pueden incluir:

  • sensación de inquietud o preocupación
  • dificultad para concentrarse o dormir
  • mareos o palpitaciones

Cuándo ver a su doctor

Aunque sentir ansiedad en ciertos momentos es completamente normal, consulte a su médico si la ansiedad afecta a su vida diaria o le provoca angustia.

Su médico le preguntará por sus síntomas y preocupaciones, miedos y emociones para averiguar si padece de TAG.

¿Qué causa el TAG?

La causa exacta del TAG no está del todo clara, aunque es probable que influya una combinación de factores. Los estudios sugieren que estos factores pueden incluir:

  • hiperactividad en áreas del cerebro relacionadas con las emociones y el comportamiento
  • un desequilibrio de las sustancias químicas cerebrales serotonina y noradrenalina, relacionadas con el control y la regulación del estado de ánimo
  • los genes que haya heredado de sus padres: se calcula que tiene una probabilidad cinco veces mayor de desarrollar TAG si tiene un pariente cercano que lo padezca
  • tener antecedentes de experiencias estresantes o traumáticas, como violencia doméstica, maltrato infantil o acoso escolar
  • padecer una afección dolorosa a largo plazo, como
    artritis
  • tener antecedentes de abuso de drogas o
    alcohol

Sin embargo, muchas personas desarrollan TAG sin ningún motivo aparente.

¿A quiénes afecta?

El GAD es una afección común que se calcula afecta hasta al 5 % de la población.

Este trastorno afecta a un número ligeramente superior de mujeres que de hombres, y es más común en personas de entre 35 y 59 años.

Cómo se trata el TAG

Aunque el TAG puede afectar a su vida diaria de forma significativa, existen varios tratamientos disponibles que pueden aliviar sus síntomas. Entre ellas están:

  • la terapia psicológica, como
    la terapia cognitivo-conductual (TCC)
  • la medicación, por ejemplo, un tipo de antidepresivos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)

Además, hay muchas cosas que puede hacer para contribuir a reducir su ansiedad, por ejemplo:

  • asistir a un curso de autoayuda
  • hacer ejercicio regularmente
  • dejar de fumar
  • reducir la cantidad de alcohol y cafeína que bebe

Con tratamiento, muchas personas consiguen controlar sus niveles de ansiedad. No obstante, es posible que sea necesario continuar con algunos tratamientos durante un período prolongado y puede que haya épocas en las que los síntomas empeoren.

Síntomas del trastorno de ansiedad generalizada

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) puede afectarle tanto física como mentalmente.

La gravedad de los síntomas varía de una persona a otra. Algunas personas padecen solo uno o dos síntomas, mientras que otras tienen muchos más.

Consulte a su médico si la ansiedad está afectando a su vida diaria o le provoca angustia.

Síntomas psicológicos del TAG

El TAG puede provocar un cambio en su comportamiento y en su forma de sentir y pensar acerca de las cosas, lo que ocasiona síntomas como:

  • inquietud
  • sensación de miedo
  • tener «los nervios de punta»
  • dificultad para concentrarse
  • irritabilidad

Los síntomas podrían llevarle a evitar el contacto social (dejar de ver a su familia y amigos) para evitar sentimientos de preocupación y temor.

También es posible que le resulte difícil y estresante ir al trabajo, y puede que se dé de baja por un tiempo. Estas decisiones pueden llevarle a preocuparse aún más por sí mismo y agravar su falta de autoestima.

Síntomas

  • mareos
  • cansancio
  • latidos claramente fuertes, rápidos o irregulares (palpitaciones)
  • dolores musculares y tensión
  • temblores
  • boca seca
  • sudoración excesiva
  • dificultad para respirar
  • dolor de estómago
  • náuseas
  • dolor de cabeza
  • hormigueo
  • dificultad para conciliar el sueño o para dormir (
    insomnio
    )

Factores que provocan la ansiedad

Si siente ansiedad debido a una

fobia
concreta o a un
trastorno de pánico
, normalmente sabrá cuál es la causa.

Por ejemplo, si tiene

claustrofobia (miedo a los espacios cerrados)
, sabe que estar encerrado en un espacio reducido le provoca ansiedad.

Sin embargo, si padece TAG, es posible que no siempre quede claro por qué siente ansiedad. No saber qué provoca su ansiedad puede agravarla y llevarle a preocuparse pensando que no hay solución.

Diagnóstico del trastorno de ansiedad generalizada

Consulte a su médico si la ansiedad afecta a su vida diaria o le provoca angustia.

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) puede ser difícil de diagnosticar. En algunos casos, también puede resultar difícil de distinguir de otros trastornos de salud mental, como la

depresión
.

Es posible que padezca GAD si:

  • su preocupación afecta significativamente a su vida diaria, incluidos su trabajo y su vida social
  • sus preocupaciones son extremadamente estresantes y molestas
  • se preocupa por todo tipo de cosas y tiende a pensar lo peor
  • su preocupación es incontrolable
  • se ha preocupado casi todos los días durante al menos seis meses

Cómo hablar de la ansiedad con su médico

Es posible que su médico le pregunte por:

  • los posibles síntomas físicos o psicológicos y desde cuándo los padece
  • sus preocupaciones, miedos y emociones
  • su vida personal

Puede que le resulte difícil hablar de sus sentimientos, emociones y vida personal. Sin embargo, es importante que su médico comprenda sus síntomas y circunstancias para poder realizar el diagnóstico correcto.

Es más probable que le diagnostiquen TAG si padece síntomas desde hace seis meses o más. La dificultad para controlar sus sentimientos de ansiedad también es otro indicio de que puede padecer esta afección.

Para facilitar el diagnóstico, es posible que su médico realice un examen físico o análisis de sangre para descartar otras afecciones que puedan estar provocando sus síntomas, como:

Trastorno

Antes de comenzar cualquier tratamiento, su médico debe analizar con usted todas las opciones de tratamiento disponibles. Debe describirle los pros y los contras de cada uno y asegurarse de que está al tanto de los posibles riesgos o efectos secundarios.

Junto con su médico, podrá tomar una decisión sobre el tratamiento más adecuado teniendo en cuenta sus preferencias y circunstancias personales.

Si tiene otros problemas aparte del TAG, como

depresión
y abuso de drogas o
alcohol
, es posible que haya que tratarlos antes de recibir un tratamiento específico para el TAG.

Tratamiento inicial

En un principio, puede que su médico le sugiera que pruebe un curso de autoayuda individual durante uno o dos meses para ver si le ayuda a aprender a sobrellevar la ansiedad.

Por lo general, trabajará por su cuenta con un libro o un programa de ordenador (se le darán consejos antes de comenzar), y solo tendrá contacto ocasional con su médico.

Alternativamente, es posible que prefiera asistir a un curso para grupos en el que usted y otras personas con problemas similares se reúnan con un terapeuta todas las semanas para aprender formas de sobrellevar la ansiedad.

Para más información sobre estos tratamientos, consulte los consejos de autoayuda para la ansiedad.

Si estos tratamientos iniciales no funcional, por lo general se le ofrecerá un tratamiento psicológico más intensivo o medicación. Estas opciones se describen a continuación.

Tratamiento psicologico

Si le han diagnosticado TAG, por lo general se le recomendará que pruebe un tratamiento psicológico antes de recetarle medicación.

Terapia cognitivo-conductual (TCC)

La terapia cognitivo-conductual (TCC)
es uno de los tratamientos más eficaces para el TAG. Los estudios sobre diferentes tratamientos para el TAG han demostrado que los beneficios de la TCC pueden ser más duraderos que los de la medicación, pero no existe un tratamiento que sea el mejor para todos.

La TCC le ayudará a comprender cómo se interrelacionan sus problemas, pensamientos, sentimientos y comportamiento. También puede ayudarle a cuestionar sus pensamientos negativos y ansiosos y a hacer cosas que normalmente evitaría porque le provocan ansiedad.

Generalmente, la TCC consiste en asistir a una sesión semanal de una hora con un terapeuta especialmente capacitado y acreditado durante tres o cuatro meses.

Su terapeuta debe realizar la TCC de una forma estandarizada según un manual de tratamiento, y recibirá supervisión continua que le ayude a proporcionarle los tratamientos más efectivos.

Mindfulness y relajación aplicada

El mindfulness o atención plena y la relajación aplicada son tratamientos psicológicos alternativos que pueden ser tan eficaces como la TCC para tratar el TAG.

La atención plena consiste en centrar su atención en el momento presente y reconocer y aceptar ciertos sentimientos. Esta técnica puede reducir la ansiedad provocada por el miedo a situaciones o sensaciones reales o anticipadas. Ayuda a contrarrestar la sensación de "visión de túnel" que puede darse durante la ansiedad. Aunque la atención plena tiene su origen en el budismo, no es necesario que cambie sus creencias religiosas ni que adopte otras nuevas.

La relajación aplicada consiste en relajar los músculos de una forma determinada durante situaciones que normalmente, provocan ansiedad. Esta técnica debe ser enseñada por un terapeuta capacitado, pero generalmente incluye:

  • aprender a relajar los músculos
  • aprender a relajar los músculos rápidamente y en respuesta a una señal, como la palabra "relájese"
  • practicar a relajar los músculos en situaciones que le provocan ansiedad

Al igual que ocurre con la TCC, la terapia de relajación aplicada generalmente implica asistir a una sesión semanal de una hora con un terapeuta durante tres o cuatro meses.

Medicación

Si los tratamientos psicológicos anteriores no han funcionado o si prefiere no probarlos, por lo general se le ofrecerá medicación.

Su médico puede recetarle distintos tipos de medicamentos para tratar el TAG. Algunos medicamentos están diseñados para tomarse a corto plazo, mientras que otros se recetan durante períodos más prolongados.

Dependiendo de sus síntomas, es posible que necesite medicación para tratar sus síntomas físicos, así como los psicológicos.

Si se está planteando tomar medicamentos para el TAG, su médico debe analizar en detalle con usted las distintas opciones disponibles antes de comenzar un plan de tratamiento. Estas incluyen:

  • los distintos tipos de medicación
  • la duración del tratamiento
  • los efectos secundarios y las posibles interacciones con otros medicamentos

Además, cuando tome medicación para el TAG, deberá acudir a citas periódicas con su médico para evaluar sus progresos. Por lo general, las tendrán cada dos o cuatro semanas durante los primeros tres meses, y después, cada tres meses.

Informe a su médico si cree que puede estar experimentando efectos secundarios de la medicación. Es posible que pueda ajustarle la dosis o recetarle una medicación alternativa.

A continuación se describen los principales medicamentos que puede que le ofrezcan para tratar el TAG.

Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)

En la mayoría de los casos, el primer medicamento que se le ofrecerá será un tipo de antidepresivo](/afección/medicamentos antidepresivos) conocido como [inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS). Este tipo de medicamento actúa aumentando el nivel de una sustancia química llamada serotonina en el cerebro.

Estos son algunos ejemplos de ISRS que puede que le receten:

  • sertralina
  • escitalopram
  • paroxetina

Los ISRS se pueden tomar a largo plazo pero, como ocurre con todos los antidepresivos, pueden tardar varias semanas en hacer efecto. Por lo general, comenzará con una dosis baja, que irá aumentando gradualmente a medida que su cuerpo se adapte al medicamento.

Los efectos secundarios comunes de los ISRS incluyen:

  • sensación de agitación
  • malestar y vómitos
  • indigestión
  • diarrea
    o
    estreñimiento
  • pérdida de apetito y pérdida de peso
  • mareos
  • visión borrosa
  • boca seca
  • sudoración excesiva
  • dolores de cabeza
  • problemas para dormir (insomnio) o somnolencia
  • bajo deseo sexual
  • dificultad para alcanzar el orgasmo durante el sexo o la masturbación
  • en los hombres, dificultad para tener o mantener una erección (disfunción eréctil)

Estos efectos secundarios deberían mejorar con el tiempo, aunque algunos, como los problemas sexuales, pueden persistir.

Si la medicación no le ayuda después de unos dos meses de tratamiento, o si le provoca efectos secundarios desagradables, su médico puede recetarle un ISRS alternativo.

Cuando usted y su médico decidan que es aconsejable que deje de tomar la medicación, normalmente se le reducirá gradualmente la dosis a lo largo de unas semanas para reducir el riesgo de síntomas de abstinencia. Nunca deje de tomarse la medicación a menos que su médico se lo indique específicamente.

Inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN)

Si los ISRS no consiguen aliviar su ansiedad, es posible que se le recete otro tipo distinto de antidepresivos conocidos como inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN). Este tipo de medicamentos aumenta la cantidad de serotonina y noradrenalina en el cerebro.

Estos son algunos ejemplos de IRSN que puede que le receten:

  • venlafaxina
  • duloxetina

Los efectos secundarios comunes de los IRSN incluyen:

  • náuseas
  • dolores de cabeza
  • somnolencia
  • mareos
  • boca seca
  • estreñimiento
  • insomnio
  • Sudoración

Los IRSN también pueden aumentar su presión arterial, por lo que se la controlarán regularmente durante el tratamiento.

Al igual que ocurre con los ISRS, algunos efectos secundarios, como el malestar, las molestias estomacales, los problemas para dormir, la agitación o una mayor ansiedad son más comunes en las primeras una o dos semanas de tratamiento, pero suelen desaparecer a medida que su cuerpo se adapta a la medicación.

Pregabalina

Si los ISRS y los IRSN no son aptos para usted, es posible que le ofrezcan pregabalina. Es un medicamento conocido como anticonvulsivo que se utiliza para tratar afecciones como la epilepsia. No obstante, se ha demostrado que también es beneficioso para el tratamiento de la ansiedad.

Los efectos secundarios de la pregabalina pueden incluir:

  • somnolencia
  • mareos
  • aumento del apetito y aumento de peso
  • visión borrosa
  • dolores de cabeza
  • boca seca
  • vértigo

Es menos probable que la pregabalina provoque náuseas o un bajo deseo sexual que los ISRS o los IRSN.

Benzodiazepinas

Las benzodiazepinas son un tipo de sedante que en ocasiones se pueden utilizar como tratamiento a corto plazo durante períodos de ansiedad especialmente graves, ya que contribuyen a aliviar los síntomas entre 30 y 90 minutos después de tomar el medicamento.

Si le recetan una benzodiazepina, por lo general será diazepam.

Aunque las benzodiazepinas son muy efectivas para tratar los síntomas de la ansiedad, no pueden emplearse durante períodos prolongados porque pueden llegar a ser adictivas si se utilizan durante más de cuatro semanas. Además, las benzodiazepinas empiezan a perder la eficacia transcurrido este tiempo.

Por estas razones, generalmente no se le recetarán benzodiacepinas durante más de dos a cuatro semanas seguidas.

Los efectos secundarios de las benzodiazepinas pueden incluir:

  • somnolencia
  • dificultad para concentrarse
  • dolores de cabeza
  • vértigo
  • temblor (temblor incontrolable en alguna parte del cuerpo)
  • bajo deseo sexual

Dado que la somnolencia es un efecto secundario especialmente habitual de las benzodiazepinas, es posible que su capacidad para conducir o manejar maquinaria se vea afectada al tomar este medicamento. Evite estas actividades durante el tratamiento.

Derivación a un especialista

Si ha probado los tratamientos anteriores y padece síntomas considerables de TAG, puede consultar con su médico si sería aconsejable que lo derive a un especialista en salud mental.

Una derivación funcionará de manera diferente en diferentes áreas del Reino Unido, pero generalmente lo derivarán al equipo de salud mental de su comunidad. Los equipos de salud mental incluyen distintos tipos de especialistas, entre otros:

  • psiquiatras
  • enfermeros especialistas en salud mental
  • psicólogos clínicos
  • terapeutas ocupacionales
  • trabajadores sociales

Un especialista en salud mental de su equipo local realizará una nueva evaluación general de su afección. Le preguntará por su tratamiento anterior y hasta qué punto le pareció efectivo.

Puede que también le pregunte por ciertos factores en su vida que puedan estar afectando a su afección, o por cuánto apoyo recibe de familiares y amigos.

Entonces, su especialista podrá diseñar un plan de tratamiento para usted, que tendrá como objetivo tratar sus síntomas.

Como parte de este plan, es posible que le ofrezcan un tratamiento que no haya probado antes, que podría ser uno de los tratamientos psicológicos o medicamentos mencionados anteriormente.

Alternativamente, puede que le ofrezca una combinación de un tratamiento psicológico y un medicamento, o una combinación de dos medicamentos distintos.

Tratamientos de autoayuda para el trastorno de ansiedad generalizada

Si padece un trastorno de ansiedad generalizada (TAG), hay muchas formas de aliviar usted mismo los síntomas de la ansiedad.

Pruebe a leer un libro o asistir a un curso en línea

Cuando se le diagnostique TAG, es posible que su médico le recomiende que pruebe tratamientos de autoayuda antes de recibir una terapia psicológica o medicación más intensiva.

Por lo general, esto consiste en trabajar con un libro o un programa de ordenador durante unas seis semanas o más. En algunos casos, puede que reciba el apoyo de un terapeuta capacitado, con el que hablará cada semana o dos. Algunos tratamientos solo incluyen un contacto mínimo u ocasional con un terapeuta, que supervisará su progreso.

Existen numerosos libros y cursos que pueden ayudarle a aprender a sobrellevar la ansiedad, pero el

National Institute for Health and Care Excellence (NICE)
solo recomienda probar tratamientos basados en los principios de la
terapia cognitivo-conductual (TCC)
.

La TCC es un tipo de tratamiento psicológico que puede ayudarle a comprender mejor su afección y cómo se interrelacionan sus problemas, pensamientos, sentimientos y comportamiento. El objetivo de los tratamientos basados en la TCC es ayudarle a aprender formas de gestionar su ansiedad modificando los pensamientos y comportamientos negativos o inútiles.

Haga ejercicio regularmente

El ejercicio regular, especialmente el ejercicio aeróbico, puede ayudarle a combatir el estrés y liberar tensiones. Además, estimula el cerebro a liberar serotonina, que puede mejorar su estado de ánimo.

Los ejemplos de buenos ejercicios aeróbicos incluyen:

  • caminar rápido o hacer footing
  • nadar
  • montar en bicicleta
  • jugar al tenis
  • hacer senderismo
  • jugar al fútbol o rugby
  • hacer aerobic

Intente hacer al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada a la semana. El ejercicio de intensidad moderada aumentará su frecuencia cardíaca y le obligará a respirar más rápido.

Aprenda a relajarse

Además del ejercicio regular, es importante aprender a relajarse.

Puede que los ejercicios de relajación y respiración le resulten útiles, o puede que prefiera actividades como el

yoga
o el pilates para liberar tensiones.

Evite la cafeína

Beber demasiada cafeína puede provocarle más ansiedad de lo normal. Esto se debe a que la cafeína puede alterar el sueño y acelerar los latidos del corazón. Si está cansado, le resultará más difícil controlar sus sentimientos de ansiedad.

Evitar las bebidas que contienen cafeína, como el café, el té, las bebidas gaseosas y las bebidas energéticas, puede ayudar a reducir sus niveles de ansiedad.

Lea más sobre el

agua, las bebidas y su salud
.

Evite fumar y beber

Se ha demostrado que fumar y el consumo de alcohol agravan la ansiedad. Beber alcohol con moderación o dejar de fumar puede ayudarle a reducir la ansiedad.

Para reducir el riesgo de perjudicar su salud:

  • se aconseja a hombres y mujeres que no superen las 14 unidades a la semana de forma habitual
  • si bebe 14 unidades a la semana, distribuya su consumo de alcohol durante tres días o más

Catorce unidades equivalen a seis pintas de cerveza de concentración media o 10 copas pequeñas de vino de baja graduación.

Lea cómo

dejar de fumar puede reducir su ansiedad
.

Lea más sobre las

unidades de alcohol
y
cómo dejar de fumar
.

Póngase en contacto con grupos de apoyo

Los grupos de apoyo pueden proporcionarle consejos sobre cómo gestionar su ansiedad. Además, son una buena forma de conocer a otras personas con experiencias similares.

Los grupos de apoyo a menudo organizan reuniones cara a cara, donde podrá hablar sobre sus dificultades y problemas con otras personas. Muchos grupos de apoyo también brindan ayuda y orientación por teléfono o por escrito.

Pregunte a su médico por grupos de apoyo especializados en ansiedad en su zona, o busque información sobre salud mental y servicios de apoyo cercanos en internet.

Importante: Nuestra página web proporciona información útil, pero no sustituye los consejos de tu médico. Siempre debes buscar aprobación médica antes de tomar decisiones sobre tu salud