Un caso reciente de peste bubónica en Mongolia ha revivido lo que muchas personas consideraban una enfermedad del pasado.
Un caso reciente de peste bubónica en Mongolia ha revivido lo que muchas personas consideraban una enfermedad del pasado.
Pero la realidad es que la peste bubónica nunca ha desaparecido: se dan casos regulares en Mongolia y en muchas otras partes del mundo.
Las autoridades chinas están en alerta por si se dan más casos, pero los expertos en salud dicen que la infección no representa la misma amenaza global que en el siglo XIV cuando se cobró la vida de más de 50 millones de personas durante la Peste Negra.
Aquí podrá encontrar lo que necesita saber sobre la enfermedad.
La peste es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Yersinia pestis, que es transportada por animales pequeños, como ratas y ardillas, y las pulgas que viven en ellas.
La forma más común de la enfermedad es la peste bubónica.
Las personas con peste bubónica generalmente desarrollan síntomas parecidos a la gripe, como fiebre, escalofríos, vómitos, náuseas y dolores, de 3 a 7 días después de la infección.
Una vez que una persona está infectada, la bacteria viaja a las glándulas del cuerpo llamadas ganglios linfáticos, donde crecen, y causan dolor e inflamación. Este nodo inflamado se llama “bubo”, de donde proviene el nombre de la enfermedad.
En algunos casos, los nodos pueden convertirse en llagas abiertas.
Si la infección empeora y se propaga a los pulmones, puede convertirse en una enfermedad conocida como peste neumónica. Las personas con peste neumónica pueden tener dificultad para respirar, tener tos y toser sangre.
La peste bubónica también puede provocar envenenamiento de la sangre (septicemia) si la bacteria ingresa al torrente sanguíneo.
Sus posibilidades de contraer la peste son extremadamente bajas, pero es posible si le pica una pulga infectada. Esta es la forma más común de infección.
Las personas también pueden infectarse si entran en contacto con la sangre de un animal muerto. Esto puede suceder, por ejemplo, al desollar conejos o ardillas.
Debido a que la peste bubónica se transmite a través de las picaduras de pulgas o el contacto directo con la sangre animal, es poco común que se transmita de persona a persona. Pero si no se trata, se propaga a los pulmones y se convierte en una peste neumónica, la infección puede transmitirse entre las personas a través de gotitas en el aire.
Ha habido brotes globales de peste en el pasado; el más famoso fue la histórica Peste Negra, que mató a más de 50 millones de personas durante el siglo XIV.
Hoy en día es mucho menos común, pero aún ocurre en todo el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayoría de los casos actualmente se informan en 3 países: Madagascar, República Democrática del Congo y Perú. Madagascar informa casos de peste casi todos los años y un gran brote en 2017 provocó más de 2.400 casos.
Muchos otros países, incluyendo Mongolia y los Estado Unidos tienen casos de peste.
Los registros de la cantidad de personas infectadas son limitados, pero se reportaron 3.248 casos a la OMS entre 2010 y 2015. Esto incluyó 584 muertes.
La peste bubónica se puede tratar con antibióticos si se detecta lo suficientemente temprano. Esta es una de las razones por las cuales un brote de peste hoy en día es poco probable que cause al tipo de epidemia que se dio durante la Peste Negra, ya que los antibióticos no existían en el siglo XIV.
Es menos probable que las personas lleguen a la etapa en que la infección llega a los pulmones y se puede propagar a otras personas.
También hay una vacuna contra la peste, pero solo se administra a personas con alto riesgo de contraer la infección como parte de su trabajo, como los trabajadores de la salud y el personal de laboratorio.
La peste es una infección grave que puede matar del 30% al 60% de las personas que la contraen y no reciben tratamiento. La forma neumónica de la enfermedad siempre es mortal sin tratamiento.
Los brotes de peste todavía ocurren en algunas partes del mundo, pero los expertos dicen que es poco probable que cualquier brote se convierta en una amenaza global.
"Aunque la peste causa una enfermedad grave, si se reconoce de inmediato, se puede tratar fácilmente con antibióticos y los pacientes se recuperarán por completo", dice Jimmy Whitworth, profesor de Salud Pública Internacional, London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM).
"Se identificaron dos casos de peste en Beijing el año pasado en viajeros de Mongolia y se trataron rápidamente, sin propagación de la infección".
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