Introducción
La artritis reumatoide es un problema que provoca dolor, hinchazón y rigidez de las articulaciones. Los síntomas suelen afectar a las manos, los pies y las muñecas.
Puede que haya periodos en los que los síntomas empeoren, conocidos como brotes.
Los brotes pueden ser difíciles de predecir, pero con tratamiento es posible reducir el número de brotes, y minimizar o prevenir que se produzcan daños a largo plazo en las articulaciones.
Algunas personas con artritis reumatoide también experimentan problemas en otras partes del cuerpo, o síntomas más generales como cansancio y pérdida de peso.
Cuándo consultar a un médico
Debería consultar a su médico si cree que tiene síntomas de artritis reumatoide, para que intente identificar la causa subyacente.
Diagnosticar la artritis reumatoide lo antes posible es esencial, ya que tratarla de forma temprana puede evitar que el problema empeore y reducir el riesgo de otras complicaciones como el daño articular.
Causas de la artritis reumatoide
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune. Esto significa que su sistema inmunológico, que suele combatir las infecciones, ataca a las células de las articulaciones por error, haciendo que se inflamen y se vuelvan rígidas y dolorosas.
Con el paso del tiempo, esto puede dañar a la propia articulación, el cartílago y los huesos que la rodean.
No está claro qué es lo que provoca este problema del sistema inmunológico, pero tiene más probabilidades de sufrirlo si:
- es mujer
- tiene antecedentes familiares de artritis reumatoide
- fuma
Tratar la artritis reumatoide
No existe ninguna cura para la artritis reumatoide. Sin embargo, un diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado permiten a muchas personas con artritis reumatoide disfrutar de periodos de meses o incluso años sin que se produzca ningún brote. Esto puede ayudarlos a llevar vidas plenas y poder seguir trabajando.
Las principales opciones de tratamiento incluyen:
- medicación a largo plazo para aliviar los síntomas y frenar el desarrollo de la enfermedad
- tratamientos de apoyo, como fisioterapia y terapia ocupacional, que ayudan a mantener la movilidad y encontrar soluciones a problemas que pueda encontrar en su vida cotidiana
- cirugía para corregir cualquier problema de articulaciones que pueda producirse
Más información sobre tratamientos para la artritis reumatoide.
Dependiendo de cuánto dolor, rigidez y daño articular haya sufrido, tendrá que adaptar la manera en que realiza sus actividades cotidianas. Estas tareas simples pueden volverse complicadas o llevarle más tiempo.
Complicaciones de la artritis reumatoide
Tener artritis reumatoide puede provocar otros problemas que provoquen síntomas adicionales, y que pueden llegar a ser mortales.
Las posibles complicaciones incluyen:
- síndrome del túnel carpiano
- inflamación de otras partes del cuerpo (como los pulmones, el corazón y los ojos)
- mayor riesgo de ataque al corazón y accidente cerebrovascular
Asegurarse de controlar correctamente la artritis reumatoide puede reducir el riesgo de este tipo de complicaciones.
Síntomas
Los síntomas principales de la artritis reumatoide son dolor, hinchazón y rigidez de las articulaciones. También puede provocar otros síntomas más generales, e inflamación de otras partes del cuerpo.
Los síntomas de la artritis reumatoide suelen desarrollarse gradualmente, a lo largo de varias semanas, pero en algunos casos se desarrollan en cuestión de días.
Los síntomas varían dependiendo de la persona. Vienen y van, y es posible que cambien con el tiempo. Puede que experimente brotes cuando su condición empeore, y que los síntomas se vuelvan más graves.
Síntomas que afectan a las articulaciones
La artritis reumatoide afecta principalmente a las articulaciones. Puede causar problemas en cualquier articulación del cuerpo, aunque las articulaciones pequeñas de las manos y los pies suelen ser las primeras afectadas.
La artritis reumatoide suele afectar principalmente a las articulaciones de forma simétrica (ambos lados del cuerpo al mismo tiempo, y en la misma medida), aunque no sea siempre el caso.
A continuación presentamos los síntomas principales que afectan a las articulaciones.
Dolor
El dolor articular vinculado a la artritis reumatoide normalmente se manifiesta como un dolor incómodo y punzante. Suele ser peor por las mañanas, y tras largos periodos de inactividad.
Rigidez
Puede experimentar sensación de rigidez en las articulaciones que se vean afectadas por la artritis reumatoide. Por ejemplo, si afecta a sus manos, es posible que no pueda estirar del todo los dedos o cerrar el puño.
Al igual que el dolor articular, la rigidez suele ser más grave por la mañana o tras periodos de inactividad. La rigidez matutina relacionada con otro tipo de artritis conocida como osteoartritis normalmente desaparece a los 30 minutos de levantarse, pero la rigidez de la artritis reumatoide suele durar más.
Hinchazón, sensación de calidez y enrojecimiento
El revestimiento de las articulaciones que se ven afectadas por la artritis reumatoide se inflama, lo que puede provocar hinchazón, sensación de calidez y dolor al tacto.
En algunas personas, se forman nódulos reumatoides, bultos firmes bajo la piel en torno a las articulaciones afectadas.
Otros síntomas
Además de los problemas que afectan a las articulaciones, algunas personas con artritis reumatoide experimentan otros síntomas más generales, como por ejemplo:
- cansancio y falta de energía
- aumento de la temperatura corporal (fiebre)
- sudoración
- pérdida de apetito
- pérdida de peso
La inflamación relacionada con la artritis reumatoide también puede provocar problemas en otras zonas del cuerpo, como por ejemplo:
- sequedad ocular (si afecta a los ojos)
- dolor de pecho (si afecta al corazón o a los pulmones)
Causas
La artritis reumatoide es un problema autoinmune; es decir, está causado por el sistema inmunológico, que ataca al tejido corporal sano. Sin embargo, la causa sigue siendo desconocida.
Normalmente, el sistema inmunitario produce anticuerpos que atacan a las bacterias y los virus y ayudan a combatir las infecciones.
Si padece de artritis reumatoide, su sistema inmunitario envía anticuerpos al revestimiento de las articulaciones por error, y atacan al tejido que rodea las articulaciones.
Esto hace que la fina capa de células (membrana sinovial) que recubre las articulaciones empiece a doler y se inflame, liberando sustancias químicas que dañan las siguientes estructuras que las rodean:
- huesos
- cartílago: el tejido conectivo y elástico entre los huesos
- tendones: el tejido que conecta los huesos al músculo
- ligamentos: el tejido que conecta los huesos al cartílago
Si esta enfermedad no se trata, las sustancias químicas producidas hacen que poco a poco la articulación empiece a perder su forma y su alineación. Con el tiempo, puede llegar a destrozar por completo la articulación.
Existen distintas teorías sobre por qué el sistema inmunitario empieza a atacar a las articulaciones, como que el desencadenante puede ser una infección o un virus, pero ninguna de estas teorías se ha demostrado.
Posibles factores de riesgo
Existe un gran número de factores que pueden aumentar sus probabilidades de padecer artritis reumatoide. Estas incluyen:
- la genética: existen pruebas de que la artritis reumatoide puede ser hereditaria, a pesar de que se cree que el riesgo de heredar este problema es bajo, ya que la genética solamente juega un papel minoritario
- las hormonas: la artritis reumatoide es más común en mujeres que en hombres, lo cual puede deberse al efecto de los estrógenos (una hormona), aunque la relación no se ha demostrado
- fumar: hay pruebas que sugieren que las personas que fuman tienen más probabilidades de desarrollar artritis reumatoide
Diagnóstico
La artritis reumatoide puede resultar difícil de diagnosticar, ya que muchas enfermedades pueden provocar rigidez e inflamación en las articulaciones, y no existe ninguna prueba definitiva para diagnosticar la enfermedad.
Consulte a su doctor si experimenta los síntomas descritos, para que pueda ayudarle a determinar la causa.
Consulta con su médico
Su doctor llevará a cabo un examen médico, y comprobará si hay hinchazón en las articulaciones y si puede moverlas correctamente. Su doctor también le preguntará por sus síntomas.
Es importante que le describa todos los síntomas, y no solamente los que crea que son importantes, ya que esto ayudará a realizar un diagnóstico correcto.
Si su doctor cree que puede tener artritis reumatoide, lo derivará a un especialista (reumatólogo).
Análisis de sangre
Es posible que su doctor quiera hacerle un análisis de sangre para confirmar el diagnóstico.
Ningún análisis de sangre puede confirmar o descartar la artritis reumatoide, pero existen una serie de pruebas que pueden mostrar posibles señales del problema.
Algunas de estas pruebas incluyen:
- tasa de sedimentación eritrocítica (ESR)
- prueba de proteína C reactiva (PCR)
- hemograma completo
Más información sobre
.Los hemogramas completos miden la cantidad de glóbulos rojos para descartar la anemia. Si padece de anemia significa que la sangre es incapaz de transportar suficiente oxígeno a causa de la escasez de glóbulos rojos.
La anemia es común en personas con artritis reumatoide, a pesar de que tener anemia no implica que también padezca de artritis reumatoide.
El factor reumatoide y los anticuerpos antipéptidos cíclicos
Existen análisis de sangre específicos que pueden ayudar a diagnosticar la artritis, pero no ofrecen un diagnóstico preciso para todas las personas.
Aproximadamente la mitad de las personas que padecen de artritis reumatoide tienen un factor reumatoide positivo presente en la sangre cuando la enfermedad empieza a desarrollarse, pero aproximadamente una de cada 20 personas sin artritis reumatoide también da positivo.
Existe una prueba de anticuerpos conocida como anti-CCP (anticuerpos antipéptidos cíclicos). Las personas que dan positivo en anti-CCP tienen muchas posibilidades de desarrollar artritis reumatoide, pero no todas las personas con artritis reumatoide tienen este anticuerpo.
Las personas que dan positivo tanto en factor reumatoide como en anti-CCP pueden tener más probabilidades de sufrir artritis reumatoide grave que requiera más tratamiento.
Estudio por imágenes de las articulaciones
Las articulaciones también pueden ser examinadas por escáner para comprobar si hay alguna inflamación o lesiones. Esto puede ayudar a diferenciar entre distintos tipos de artritis, y puede utilizarse para controlar cómo evoluciona la enfermedad con el tiempo.
Los escáneres que pueden llevarse a cabo para diagnosticar y controlar la artritis reumatoide incluyen:
- rayos X: la radiación pasa a través del cuerpo para examinar los huesos y articulaciones
- ecografía: se emplean ondas de sonido de alta frecuencia para obtener una imagen de las articulaciones
- imagen por resonancia magnética (IRM): se emplean fuertes campos magnéticos y ondas de radio para obtener una imagen detallada de las articulaciones
Tratamiento
Frenar el desarrollo de la enfermedad
Existen ciertos medicamentos que pueden utilizarse para evitar que la artritis reumatoide empeore, y reducir el riesgo de complicaciones.
Suelen dividirse en dos tipos de medicamentos: «fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME)» y «tratamientos biológicos».
Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME)
Si ha sido diagnosticado con artritis reumatoide, seguramente tenga que tomar una serie de pastillas de FARME como parte de su tratamiento inicial. Estos medicamentos son especialmente eficaces a la hora de aliviar los síntomas de la enfermedad y frenar su evolución.
Los FARME funcionan bloqueando los efectos de las sustancias químicas que se liberan cuando el sistema inmunitario ataca a las articulaciones, y que normalmente causa lesiones en los huesos, tendones, ligamentos y cartílagos que las rodean.
Existen muchos tipos distintos de FARME, que incluyen:
- metotrexato
- leflunomida
- hidroxicloroquina
- sulfasalazina
El metotrexato suele ser el primer medicamento que se recomienda para la artritis reumatoide, acompañado a menudo de otros FARME y un tratamiento corto con corticoesteroides para aliviar el dolor (más información a continuación). También puede combinarse con los tratamientos biológicos mencionados a continuación.
Los efectos secundarios comunes del metotrexato incluyen:
- sensación de malestar
- pérdida de apetito
- dolor en la boca
- diarrea
- dolores de cabeza
- pérdida de cabello
En ocasiones, es posible que la medicación afecte al recuento de glóbulos sanguíneos y al hígado, así que tendrá que hacerse análisis de sangre a menudo.
Aunque es menos común, el metotrexato también puede afectar a los pulmones, así que si empieza a usar metotrexato seguramente tenga que someterse a una radiografía del tórax y posiblemente un examen respiratorio, para poder evaluar si desarrolla dificultades para respirar o una tos seca persistente mientras usa el medicamento. Sin embargo, la mayoría de las personas toleran bien el metotrexato.
Pueden pasar varios meses hasta que empiece a notar los efectos del fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad FARME. Es esencial que no deje de tomar la medicación, aunque no note sus efectos al principio.
Es posible que tenga que probar dos o tres tipos distintos de FARME hasta encontrar el que mejor le funciona. Una vez que usted y su médico hayan encontrado el FARME más adecuado, seguramente tenga que tomarlo a largo plazo.
Tratamientos biológicos
Los tratamientos biológicos son un nuevo tratamiento para la artritis reumatoide. Estos incluyen:
- etanercept
- infliximab
- adalimumab
- certolizumab
- golimumab
- rituximab
- abatacept
- tocilizumab
Suelen tomarse en combinación con el metotrexato u otro FARME, y solamente suelen utilizarse si estos medicamentos no han resultado eficaces.
Los medicamentos biológicos se administran mediante una inyección, y funcionan evitando que ciertas sustancias químicas de la sangre activen el sistema inmunitario para que ataque a las articulaciones.
Los efectos secundarios de los tratamientos biológicos suelen ser leves e incluyen:
- erupciones cutáneas en el lugar de la inyección
- infecciones
- sensación de malestar
- aumento de la temperatura corporal (fiebre)
- dolores de cabeza
Algunas personas también sufren el riesgo de experimentar problemas más graves, incluida la reactivación de infecciones como la tuberculosis (TB) si ya las han sufrido en el pasado.
Alivio del dolor
Además de los medicamentos utilizados para controlar la evolución de la artritis reumatoide, es posible que también necesite tomar algún tipo de medicamento para aliviar el dolor.
Algunos de los medicamentos que aparecen a continuación pueden utilizarse para aliviar el dolor.
Analgésicos
En algunos casos, es posible que su médico le recomiende utilizar analgésicos como el paracetamol, o una combinación de paracetamol y codeína (co-codamol) para aliviar el dolor de la artritis reumatoide.
Este tipo de medicamentos no ayuda a tratar la inflamación de las articulaciones, pero pueden ser útiles para sobrellevar el dolor. Puede utilizarlos, por ejemplo, mientras está esperando para ver a un especialista o en periodos en los que sus síntomas empeoran (brotes).
Fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE)
Además de (o como alternativa a) los analgésicos mencionados anteriormente, es posible que su doctor le recete fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE).
Pueden ser AINE tradicionales (como el ibuprofeno, el naproxeno o el diclofenaco) o un tipo alternativo llamado inhibidores selectivos de la COX-2 (como el celecoxib o el etoricoxib).
Este tipo de medicamentos puede ayudar a aliviar el dolor al mismo tiempo que reduce la inflamación de las articulaciones, aunque no frenan la evolución de la artritis reumatoide.
Su doctor podrá aconsejarle sobre el mejor tipo de AINE para usted, y sobre las ventajas y riesgos relacionados con cada uno de ellos.
Aunque es poco común, tomar AINE en pastillas puede aumentar el riesgo de problemas de estómago graves (como hemorragias internas) porque la medicación puede descomponer la capa que protege el estómago de los jugos gástricos.
Si su médico le receta AINE en pastillas, seguramente también tenga que tomar otro medicamento, como un inhibidor de la bomba de protones (IBP). Tomar un IBP reduce la cantidad de ácido en el estómago, lo que limita en gran medida el riesgo de provocar daños en la capa protectora del estómago.
Corticoesteroides
Los corticoesteroides son un potente medicamento que puede ayudar a reducir el dolor, la rigidez y la inflamación.
Pueden utilizarse en:
- pastillas (por ejemplo, prednisolona)
- una inyección directamente en la articulación afectada
- una inyección en el músculo (para tratar varias articulaciones)
Normalmente se utilizan para aliviar el dolor a corto plazo (por ejemplo, si está esperando a que su medicación FARME haga efecto, o durante un brote).
Normalmente los corticoesteroides solamente se utilizan de esta manera ya que su uso a largo plazo puede tener graves efectos secundarios, como:
- aumento de peso
- osteoporosis (disminución de la densidad de los huesos)
- formación de hematomas con facilidad
- debilidad muscular
- afinamiento de la piel
Tratamientos de apoyo
Su doctor también puede recomendarle otros servicios que pueden ayudarle con los síntomas de la artritis reumatoide.
Fisioterapia
Un fisioterapeuta le ayudará a mejorar su condición física y fuerza muscular, y a ganar flexibilidad en las articulaciones.
También podrá ayudarle a aliviar el dolor aplicando frío o calor, o con estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (ENET). Las máquinas de ENET aplican una pequeña corriente eléctrica a la articulación afectada, lo que insensibiliza las terminaciones nerviosas y ayuda a aliviar el dolor de la artritis reumatoide.
Terapia ocupacional
Si la artritis reumatoide le causa problemas en su vida cotidiana, puede recurrir a la terapia ocupacional.
Los terapeutas ocupacionales proporcionan formación y consejos sobre cómo proteger sus articulaciones, tanto en casa como en el trabajo.
Quizá le recomiende el uso de algún tipo de apoyo para las articulaciones, como una férula, o aparatos que le ayuden a abrir botes o abrir grifos.
Podiatría
Si tiene problemas con sus pies, puede acudir a un podólogo. Éste podrá recomendarle algún tipo de apoyo para las articulaciones, o plantillas para el calzado que ayuden a aliviar el dolor.
Intervención quirúrgica
En ocasiones, a pesar del uso de medicación, es posible que se produzcan lesiones en las articulaciones. En estos casos puede que sea necesario recurrir a la cirugía para poder volver a utilizar la articulación con normalidad.
La cirugía también puede resultar útil para reducir el dolor o corregir deformidades.
Cirugía de los dedos, las manos o las muñecas
Existen distintos tipos de cirugía que permiten corregir los problemas de la mano. Algunos de ellos son:
- liberación del túnel carpiano: cortar un ligamento de la muñeca para aliviar la presión en un nervio (para más información, consulte el tratamiento del síndrome del túnel carpiano).
- liberación de los tendones de los dedos para tratar la flexión anormal de los dedos
- extracción del tejido inflamado que recubre las articulaciones de los dedos
Artroscopia
Una artroscopia es un procedimiento diseñado para extraer el tejido inflamado de las articulaciones.
Durante la operación, se inserta un tubo delgado con una pequeña lámpara y una cámara (artroscopio) en la articulación a través de un pequeño corte en la piel, para que el cirujano pueda ver la articulación afectada.
A través de otros pequeños cortes en la piel, se insertan otros instrumentos quirúrgicos para retirar el tejido dañado. Por lo general, no tendrá que pasar la noche en el hospital para este tipo de cirugía, pero tendrá que dejar descansar la articulación en casa durante varios días.
Cirugía de reemplazo articular
Algunas personas que padecen de artritis reumatoide requieren cirugía para reemplazar toda o parte de la articulación como la de la cadera, la rodilla o el hombro. Esto se conoce como reemplazo articular o artroplastia.
El reemplazo articular se considera cirugía mayor, e implica varios días en el hospital y meses de rehabilitación.
Las últimas articulaciones disponibles duran entre 10 y 20 años. No son perfectas, y puede que experimente limitaciones después de haber reemplazado la articulación dañada por una nueva.
Terapias complementarias y alternativas
Muchos pacientes con artritis reumatoide deciden probar terapias complementarias, como por ejemplo:
- masajes
- acupuntura
- osteopatía
- tratamientos quiroprácticos
En la mayoría de los casos, hay pocas pruebas o ninguna de la eficacia de estos tratamientos a largo plazo, aunque algunas personas experimentan alivio a corto plazo.
Suplementos alimenticios y cambios en la dieta
No existe ninguna prueba contundente que sugiera que realizar cambios en la dieta ayude a mejorar la artritis reumatoide, aunque algunas personas con artritis reumatoide declaran que sus síntomas empeoran después de comer ciertos alimentos.
Si cree que este puede ser su caso, quizá le resulte útil evitar los alimentos problemáticos durante unas semanas, para ver si sus síntomas mejoran. Sin embargo, es importante que se asegure de que, en general, su dieta sea sana y equilibrada.
Tampoco existen suficientes pruebas que respalden el uso de suplementos para tratar la artritis reumatoide, aunque hay algunos que pueden resultar útiles para prevenir los efectos secundarios de los medicamentos que su doctor pueda recetarle. Por ejemplo, el calcio y la vitamina D ayudan a prevenir la osteoporosis, si está tomando esteroides, y los suplementos de ácido fólico pueden ayudar a prevenir algunos de los efectos secundarios del metotrexato.
Además, existen pruebas que sugieren que tomar suplementos de aceite de pescado puede ayudar a aliviar el dolor y la rigidez que la artritis reumatoide provoca en las articulaciones.
Complicaciones
La artritis reumatoide puede aumentar su riesgo de desarrollar otras enfermedades, especialmente si no se trata adecuadamente.
A continuación describimos algunas de estas enfermedades.
Síndrome del túnel carpiano
El síndrome del túnel carpiano es un problema común de las personas que padecen de artritis reumatoide.
Se produce como resultado de la presión que se ejerce sobre el nervio que controla las sensaciones y el movimiento de las manos (nervio mediano) y puede provocar síntomas como:
- dolor
- entumecimiento
- hormigueo en el pulgar, los dedos y parte de la mano
Los síntomas del síndrome del túnel carpiano pueden controlarse con férulas para la muñeca o inyecciones de corticoesteroides, aunque en casos graves es posible que haya que recurrir a la cirugía del nervio mediano para liberar la presión sobre el nervio mediano.
Inflamación generalizada
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria que puede provocar inflamación en otras partes del cuerpo, como por ejemplo:
- pulmones: la inflamación de los pulmones o del tejido pulmonar puede provocar pleuresía o fibrosis pulmonar, lo que puede resultar en dolor de pecho, tos persistente y dificultades para respirar
- corazón: la inflamación del tejido que rodea el corazón puede resultar en pericarditis, que provoca dolor de pecho
- ojos: la inflamación de los ojos puede resultar en escleritis o síndrome de Sjögren. La escleritis puede causar enrojecimiento y dolor ocular, mientras que el síndrome de Sjögren puede provocar sequedad en los ojos
- vasos sanguíneos (vasculitis): puede resultar en el engrosamiento, debilitación, estrechamiento y cicatrización de los vasos sanguíneos. En casos graves puede afectar al flujo sanguíneo hacia los órganos y tejidos del cuerpo, y resultar mortal
Sin embargo, con una detección y un tratamiento tempranos, cada vez es menos común que la inflamación por artritis reumatoide afecte a otras partes del cuerpo.
Lesiones articulares
Si la artritis reumatoide no se trata rápidamente o de forma adecuada, la inflamación de las articulaciones puede provocar daños graves y permanentes a las articulaciones.
Los problemas que pueden afectar a las articulaciones son:
- daños a los huesos y cartílagos (tejido resistente y flexible que cubre la superficie de las articulaciones) que rodean la articulación
- daño a los tendones (tejido flexible que conecta el músculo y el hueso) que rodean la articulación, lo que puede hacer que se rompan (rotura)
- deformidades en la articulación
En ocasiones es necesario recurrir a cirugía para tratar estos problemas y prevenir la pérdida de funcionalidad en las articulaciones afectadas.
Enfermedad cardiovascular
Si padece de artritis reumatoide, tiene un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular (ECV) que el resto de la población.
ECV es un término general que describe las condiciones que afectan al corazón o los vasos sanguíneos, e incluye problemas que pueden resultar mortales, como ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares
No está del todo claro por qué las personas con artritis reumatoide tienen un mayor riesgo de sufrir estos problemas. Puede reducir este riesgo asegurándose de tratar su artritis correctamente, y reduciendo el impacto de otros factores que contribuyen a la aparición de ECV, como:
- dejar de fumar
- llevar una dieta sana
- hacer ejercicio regularmente
Mielopatía cervical
Si hace tiempo que padece de artritis reumatoide, tiene mayor riesgo de padecer mielopatía cervical y es posible que sea necesario realizar una exploración especial de su cuello antes de cualquier operación que requiera anestesia.
Este problema surge de la dislocación de las articulaciones en la parte superior de la columna, lo cual ejerce presión sobre la médula espinal. Aunque no es muy común, se trata de un problema grave que puede afectar en gran medida su movilidad y resultar en una lesión permanente de la médula espinal si no se trata a tiempo con cirugía.
Vivir con artritis reumatoide
Cuidados propios
Controlar la artritis reumatoide le ayudará a lidiar con el impacto que puede provocar en su vida diaria.Arthritis Care ofrece cursos de formación sobre cuidados propios para aprender técnicas que le permitirán vivir con artritis de la forma más cómoda. Estas técnicas incluyen:
- relajación y ejercicios de respiración para ayudar a controlar el dolor
- ejercicios de fijación de metas
- pensamiento positivo
La Sociedad Nacional de Artritis Reumatoide (NRAS) ha puesto en marcha un programa especialmente diseñado para ayudar a las personas con artritis reumatoide a realizar sus propios cuidados. Este curso proporciona a los pacientes más información sobre su enfermedad y consejos prácticos sobre cómo desenvolverse en su vida cotidiana.
Hablar con otros
A muchos pacientes les resulta útil hablar con otras personas que se encuentren en una situación similar. Es posible que encuentre apoyo en una persona o grupo de personas con artritis reumatoide.Las organizaciones de pacientes cuentan con grupos de apoyo local en los que podrá conocer a otras personas que padecen la misma enfermedad.
Sus sentimientos
Hacer frente a la naturaleza impredecible de la artritis reumatoide puede resultar complicado. Hay días en los que el dolor y la rigidez será mucho peor que otros días, y es imposible saber cuándo se producirá un brote.La complicada naturaleza de la artritis reumatoide puede provocar a algunas personas sentimientos de depresión, estrés y ansiedad. En ocasiones, estos sentimientos pueden tener algo que ver con una mala gestión del dolor o el cansancio.Vivir con cualquier tipo de enfermedad a largo plazo aumenta la probabilidad de sentir ciertas emociones como frustración, miedo, dolor, rabia y resentimiento.Consulte a su equipo de especialistas médicos si está experimentando dificultades emocionales para lidiar con su problema. Quizá puedan ayudarle con medicación o ayuda psicológica.
Empezar y llevar una familia
Si está siguiendo un tratamiento para la artritis reumatoide, informe a sus médicos de que planea empezar una familia, o si le preocupa quedarse embarazada mientras está tomando medicación.Algunos medicamentos, como el metotrexato, la leflunomida y algunos tratamientos biológicos no son recomendables para hombres o mujeres que están intentando tener un bebé. Sus médicos y enfermeras le ayudarán a controlar que su artritis reumatoide esté bajo control si está intentándolo.Los bebés y los niños pequeños provocan cansancio físico y mental a cualquier padre, pero en especial a aquellas personas con artritis reumatoide. Si está teniendo dificultades para lidiar con la vida en familia, puede resultarle útil hablar con otras personas que estén en la misma situación.También puede obtener apoyo adicional de su visitador médico o terapeuta ocupacional para sobrellevar de la mejor manera posible la vida con niños pequeños.
Sexo y relaciones
El dolor, la incomodad y los cambios de humor pueden afectar a su vida sexual. Ademéas, la baja autoestima o su propia opinión sobre su aspecto puede afectar a su confianza.Aunque muchas personas tienen dificultades para hablar de algo tan personal, existen recursos que pueden resultarle útiles.Hablar con su pareja o su médico sobre el impacto de la artritis reumatoide en su sexualidad y su vida sexual puede ayudar.