El nombre médico que hace referencia al dolor en la zona del ano y el recto (región perianal) es proctalgia.
El nombre médico que hace referencia al dolor en la zona del ano y el recto (región perianal) es proctalgia.
Una fisura anal es un pequeño desgarro en la piel del ano que puede haber sido causado por una deposición grande o dura.
Entre los síntomas de las fisuras anales están:
Las fisuras anales pueden ser muy dolorosas, pero la mayoría se curan solas en unas semanas. Puede resultar de utilidad ingerir más fibra, beber muchos líquidos y tomar algún laxante o analgésico que no necesiten receta.
Si el dolor persiste, es posible que necesite una pomada especial para relajar los músculos del esfinter anal (un anillo de músculo alrededor del ano). A veces, es necesario operar para que la fisura se cure.
Las hemorroides (almorranas) son vasos sanguíneos dilatados e inflamados en la parte inferior del recto, ya sea por dentro o alrededor. Se cree que muchas veces se producen por el esfuerzo excesivo a la hora de defecar, cuando se padece estreñimiento crónico.
En muchos casos, las hemorroides no presentan síntomas. Algunos de los síntomas, cuando sí los presentan, son:
Los síntomas suelen desaparecer al cabo de unos días. Puede resultar de utilidad ingerir más fibra, beber muchos líquidos y tomar algún laxante o analgésico que no necesiten receta.
Si un coágulo ha bloqueado la circulación y la hemorroide no tiene suficiente riego, se puede eliminar mediante una sencilla intervención con anestesia local (que insensibiliza la zona).
Una fístula anal es un pequeño túnel que comunica el final del intestino y la piel próxima al ano. Por lo general, se produce por una infección en las inmediaciones del ano de la que se forma una acumulación de pus (un absceso).
Entre otros, los síntomas de una fístula o de un absceso anal son:
Es posible que, si su médico lo detecta pronto, le recete antibióticos para el absceso. Si no remite, es posible que haya que drenarlo en el hospital, posiblemente con anestesia general (con la que le duermen).
Si padece una fístula, lo más probable es que necesite que le operen porque rara vez se curan por sí mismas.
Entre las causas menos frecuentes del dolor anal están:
Muchas causas frecuentes de dolor anal mejorarán con tratamientos de autocuidado sencillos, por lo que no siempre es necesario consultar a su médico.
Pero es aconsejable que consulte a su médico si:
No se avergüence: el dolor anal es un problema frecuente y su médico está acostumbrado a tratarlo. Intentará averiguar cuál es la causa del problema y le aconsejará sobre el tratamiento.
Es posible que le pida ver la zona y puede que le tenga que realizar un tacto rectal (que consiste en introducir suavemente un dedo enguantado en el recto) para comprobar si hay anomalías.
Si no encuentra la causa en ese momento, puede que le tenga que derivar a un especialista para que le aconseje y realice más pruebas.
Importante: Nuestra página web proporciona información útil, pero no sustituye los consejos de tu médico. Siempre debes buscar aprobación médica antes de tomar decisiones sobre tu salud