La infancia puede ser un periodo difícil y la presión de crecer puede llevar al niño a desarrollar un problema de salud mental. Los estudios demuestran que aproximadamente el 12 % de los jóvenes tienen un problema de salud mental diagnosticable, como:
- depresión
- anorexia, bulimia u otro trastorno alimentario
-
- trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
Las cifras publicadas por el organismo Public Health England sugieren que otro 48 % de los niños cuidados padecen algún tipo de problema de salud emocional o mental. Muchos de los problemas de salud mental infantil se pueden tratar, pero una intervención temprana es clave. Los problemas de salud mental sin tratar pueden afectar al desarrollo de su hijo, a su vida familiar y a su bienestar psicológico en general.
Algunos datos sugieren que los problemas de salud mental infantil pueden prolongarse hasta la edad adulta y aumentar el riesgo de que su hijo desarrolle un trastorno de salud mental grave más adelante.
Por desgracia, detectar los signos de un problema de salud mental, sobre todo en niños y jóvenes adultos de entre cinco y 15 años, puede ser difícil.
Ciertas afecciones, como la depresión y el trastorno de ansiedad, pueden presentarse con síntomas que se confunden fácilmente con el comportamiento infantil normal. Estos pueden incluir dormir demasiado, tener rabietas frecuentes o tener dificultades en la escuela. A veces es fácil pasar por alto posibles señales de alerta o pensar que lo que le preocupa es en realidad la evolución normal del comportamiento de su hijo.
Además, los niños pueden experimentar más de un trastorno de salud mental a la vez, por lo que los síntomas pueden parecer incongruentes o contradictorios. Según un estudio publicado por Bupa, una aseguradora de salud con sede en el Reino Unido, el 40 % de los padres tiene dificultades para detectar los primeros signos de una enfermedad mental.
En este artículo, encontrará información que le ayudará a identificar los síntomas de los problemas de salud mental más comunes, orientación sobre cómo hablar sobre los problemas de salud mental y cómo abordar los problemas de forma constructiva, así como consejos sobre cuándo y cómo consultar a un médico para hacer frente a los problemas de salud mental de un niño.
Cómo detectar los signos de un problema de salud mental
Detectar problemas de salud mental en niños puede ser difícil. Los síntomas asociados con afecciones como la depresión, la ansiedad o el TOC pueden ser difíciles de distinguir de los comportamientos infantiles normales, y a muchos niños les resulta difícil hablar de salud mental, aunque se sientan cómodos hablando de otros aspectos de su vida.
Esto puede dificultar la detección de las primeras señales de advertencia de un problema de salud mental. Puede que sea aconsejable ponerse en contacto con un profesional de la salud o hablar con su hijo si nota comportamientos nuevos y preocupantes que:
- se prolongan durante más de una semana
- obstaculizan la vida diaria de su hijo
- obstaculizan la vida familiar
Los signos más habituales de un problema de salud mental pueden incluir:
- sentimientos persistentes de tristeza o estado anímico bajo
- dormir demasiado o muy poco, o tener sueño durante el día
- estar continuamente irritable o gruñón
- pasar más tiempo solo o evitar actividades sociales con amigos
- hablar de miedos y preocupaciones más de lo habitual
- períodos de actividad y energía inusualmente elevadas (manía)
- dificultad para quedarse quieto y concentrarse
- ansiedad constante
- rabietas frecuentes
- pesadillas persistentes
- negarse repetidamente a ir a la escuela y/o a participar en actividades normales
- empeoramiento repentino del rendimiento escolar
- comportamiento agresivo o ganas de discutir
- cambios en los hábitos alimentarios, como expresar menor interés por la comida o falta de apetito
En los adolescentes, esté también atento a signos de:
- comportamientos arriesgados o destructivos, ya sea estando solo o con amigos
- miedo a aumentar de peso y preocupación excesiva por la dieta o el ejercicio
- comportamientos autolesivos, como cortarse o quemarse la piel
- abuso de alcohol o drogas
- pensamiento delirante, como expresar miedo de que alguien esté controlando sus pensamientos o decir que oye cosas que nadie más puede oír
Nota: Los problemas graves de salud mental requieren la ayuda de un experto. Si su hijo muestra comportamientos peligrosos, expresa tendencias suicidas o dice que quiere hacerse daño, busque atención médica lo antes posible.
Sobre todo, confíe en su instinto y esté atento a los indicios sutiles de que algo no va bien. Si le preocupa el comportamiento de su hijo o cree que puede padecer un problema de salud mental, plantéese acudir a un médico para hablar de sus preocupaciones. Este podrá ayudarle realizando un diagnóstico o derivarlo a un especialista que pueda evaluar el estado de su hijo.
Dependiendo de dónde viva, puede consultar a un psiquiatra, un psicólogo, un trabajador social, una enfermera psiquiátrica, un asesor de salud mental o un terapeuta conductual.
Puede que también le resulte útil:
- observar a su hijo para detectar otros cambios en su comportamiento
- hablar con su hijo para comprender mejor lo que le pasa
- animar a su hijo a que se cuide haciendo ejercicio y comiendo y durmiendo bien
Factores de riesgo habituales de los problemas de salud mental infantil
Aunque la causa subyacente de un problema de salud mental como la ansiedad o la depresión puede ser imposible de determinar, existen factores comunes que pueden aumentar el riesgo de padecer estas afecciones. Estos incluyen:
- antecedentes familiares de enfermedad mental
- ser hijo de padres separados o divorciados
- experimentar la muerte de un ser querido
- sufrir acoso escolar o abusos sexuales graves
- vivir en la pobreza o sin hogar
- sufrir discriminación por motivos de raza, sexualidad o religión
- padecer una enfermedad física prolongada
Que su hijo experimente uno o más de estos factores de riesgo no significa que vaya a desarrollar un problema de salud mental, pero aumenta las probabilidades de que sufra algún tipo de trastorno emocional. Si su hijo tiene dificultades con uno de los problemas anteriores, preste atención a su comportamiento y obsérvelo para detectar signos de un posible problema de salud mental.
Cómo hablar de los problemas de salud mental: Algunos consejos útiles
Hablar de los problemas de salud mental puede ser difícil, sobre todo si su hijo es pequeño o ya experimenta dificultades. Es posible que:
- no sepa cómo abordar el tema de la salud mental con su hijo
- le resulte difícil encontrar las palabras adecuadas o que le preocupe decir algo «incorrecto»
- le preocupe hacer daño a su hijo
- le preocupe que le haga una pregunta cuya respuesta no conozca
Todos estos sentimientos son normales y las conversaciones sobre salud mental pueden ser todo un reto para cualquier padre. Pero hablar de salud mental es fundamental para ayudar a su hijo a procesar y enfrentarse a su situación.
Puede empezar diciéndole que quiere hablarle de algo importante para reducir al mínimo las distracciones y asegurarse de que tenga la disposición adecuada. A partir de ahí, hable abierta y honestamente sobre el bienestar emocional de su hijo. Préstele toda su atención y déjele claro que escuchará todo lo que diga.
Hacer preguntas abiertas como «cómo te sientes» suele ser más productivo que explicar que le preocupa su estado emocional. Recuerde que está ahí para escuchar más que para hablar.
Además, esto ayuda a validar las emociones de su hijo siempre que sea posible. Aunque pueda parecer tentador explicarle que las cosas que le preocupan no importan a largo plazo, su hijo necesita sentirse escuchado, ya que sus emociones son muy reales para él.
Trate de establecer una conversación bidireccional y fomente la honestidad emocional. Puede que le resulte útil sincerarse con su hijo sobre algunas de sus propias preocupaciones (que no tengan que ver con el tema) para demostrarle que es normal tener miedo a veces y que no tiene por qué temer al estigma que rodea a las afecciones de salud mental.
Si necesita más información sobre cómo hablar de los problemas de salud mental con niños o cree que le vendría bien recibir una orientación más completa sobre el tema de la salud mental, encontrará recursos útiles en el siguiente apartado. Los grupos de apoyo a la salud mental pueden resultar muy útiles. O si lo prefiere, lea más sobre cómo hablar con su hijo de sus sentimientos.