Encontrar su camino a través del ciclo interminable de tendencias de dietas puede ser un desafío. Con cada dieta que promete el camino definitivo hacia la salud, ¿cómo puede saber cuál seguir y cuál ignorar? Hay una palabra a tener en cuenta, y esa palabra es equilibrio.
Una investigación del Institute for Health Metrics and Evaluation encontró que una mala alimentación puede ser más dañina para nuestra salud que fumar.
Por eso es importante saber cómo es una dieta sana y equilibrada, y si necesita hacer cambios en su propia dieta.
Siga leyendo para averiguar si su dieta es lo más equilibrada posible.
¿Qué incluye una dieta sana y equilibrada?
Una dieta equilibrada debe consistir en carbohidratos con almidón, frutas y verduras, buenas fuentes de proteínas, algo de pescado azul y una cantidad limitada de grasas saturadas, azúcar y sal.
Pero, ¿cómo se ve esto exactamente cuando está preparando la comida?
Los carbohidratos como la pasta, el arroz o las patatas deben constituir poco más de un tercio de lo que hay en su plato.
Las verduras o ensaladas también deben representar un poco más de un tercio de lo que hay en su plato. Trate de comer diferentes verduras con cada comida.
El resto de su comida debe consistir en proteínas como aves, huevos, pescado, queso, nueces o legumbres.
Finalmente, agregue pequeñas cantidades de grasas y aceites a su plato.
En lugar de freír alimentos, utilice métodos de cocción más saludables como asar a la parrilla, hornear, cocinar al vapor o hervir.
Si le gusta terminar sus comidas con un postre o comer dulces durante el día, es hora de revisar qué tan saludables son sus opciones.
¿Elige tomar pasteles, galletas, chocolate y otras fuentes de azúcar refinada? Si es así, puede hacer que su dieta sea más equilibrada cambiándolos por alimentos naturalmente dulces como la fruta. Comer al menos 5 porciones de frutas y verduras puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular y ciertos cánceres.
Los carbohidratos, ¿son malos para usted?
Los carbohidratos han adquirido una mala reputación. Muchas dietas de moda promueven ahora restringir la ingesta de carbohidratos como el secreto para una pérdida de peso fácil o rápida. Pero, ¿es esto bueno para la salud en general?
La respuesta es no.
Los carbohidratos son nuestra principal fuente de combustible y nutrientes, y la fibra que contienen puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y cáncer de intestino. Los carbohidratos deben constituir alrededor de un tercio de sus comidas.
Sin embargo, minimice los carbohidratos altamente refinados y procesados, como la pasta blanca y el azúcar. Estos tipos de carbohidratos provocan picos rápidos en los niveles de azúcar en sangre y no te hacen sentir lleno por mucho tiempo.
Cuando prepare una comida, elija carbohidratos con alto contenido de fibra. Dichos alimentos incluyen frutas y verduras, legumbres y variedades integrales y de trigo integral de alimentos con almidón que lo mantienen lleno durante más tiempo.
Grasas buenas y malas
Puede resultar difícil saber qué tipos de grasas son saludables, si las hay. Un poco de grasa es una parte esencial de nuestra dieta.
Hay 2 tipos de grasas: grasas saturadas e insaturadas. Las grasas saturadas a menudo se denominan "grasas malas" porque aumentan el colesterol, lo que puede provocar enfermedades cardíacas. Trate de reemplazar las grasas saturadas con grasas insaturadas (“grasas buenas”). Por ejemplo, cambie la mantequilla por el aceite de oliva.
Una forma eficaz de incluir grasas más saludables en su dieta es comer una porción de pescado azul, como salmón, atún o arenque, a la semana.
El pescado azul es una excelente fuente de omega-3, que le da energía a su cuerpo y juega un papel importante en la regulación hormonal y en la salud de su corazón, vasos sanguíneos, pulmones y sistema inmunitario. Si no come pescado, pruebe a tomar nueces, semillas y aceites vegetales como fuente alternativa de omega-3.
Pero tenga en cuenta que todos los tipos de grasas tienen un alto contenido energético (calorías) y deben consumirse en pequeñas cantidades.
¿Cuánta azúcar y sal está comiendo realmente?
La mayoría de nosotros sabemos que debemos reducir la cantidad de azúcar o sal que consumimos. Incluso si no agrega azúcar o sal a su comida o bebida, es posible que siga comiendo más de la cantidad diaria recomendada. La cantidad diaria recomendada de azúcar es de alrededor de 3 g, que son 7.5 cubos o cucharaditas de azúcar. Sin embargo, un estudio de Public Health England encontró que las personas en el Reino Unido consumen 3 veces esta cantidad. El mismo estudio encontró que los niños consumían el equivalente a 3 cubos de azúcar incluso antes de que comenzara la jornada escolar.
¿Qué desayuna? Si normalmente disfruta de un tazón de cereal y un vaso de zumo, es posible que esté consumiendo más azúcar de lo que cree.
Los alimentos preenvasados y procesados son otra fuente de azúcar y sal que puede pasarse por alto. Las sopas enlatadas pueden contener más sal que una bolsa de patatas fritas, y algunas contienen más del límite recomendado de 6 g al día. Si compra alimentos preenvasados, asegúrese de revisar la etiqueta nutricional para ver la cantidad de azúcar y sal que contiene.
Con suerte, ahora se siente más seguro acerca de cómo se ve una dieta saludable y equilibrada. Pero una dieta saludable no se trata solo de comida, lo que bebe también es importante. Trate de beber de 6 a 8 vasos de agua al día y no olvide limitar su consumo de alcohol.