El acoso escolar o bullying es una de las mayores preocupaciones de los padres, según Family Lives, una organización de apoyo para los padres.
El acoso escolar o bullying es una de las mayores preocupaciones de los padres, según Family Lives, una organización de apoyo para los padres.
Si descubre o sospecha que su hijo está siendo víctima del bullying, hay cosas que puede hacer para resolver el problema.
Y no tiene que encontrar todas las respuestas por su cuenta. Hay varias organizaciones que pueden ofrecerle ayuda y asesoramiento.
A veces, los niños no hablan con sus padres o cuidadores sobre el acoso porque no quieren preocuparles o piensan que empeorará el problema.
Pero si sospecha que su hijo está siendo víctima del acoso escolar, hay señales a las que debe estar atento, según la NSPCC. Estas incluyen:
Los signos de acoso por internet incluyen:
Si un niño le dice que está siendo acosado en el colegio, lo primero que debe hacer es escucharle. La NSPCC aconseja a los padres y cuidadores que permitan que los niños cuenten su historia con sus propias palabras y que no vean su experiencia como "solo una parte del crecimiento".
El NSPCC aconseja que sugiera que su hijo lleve un diario de los incidentes con los niños que le hacen bullying. Esto ayudará tener datos concretos para mostrárselos al colegio, al entrenador deportivo o al líder del club. El siguiente paso es hablar con el colegio o el adulto a cargo del club de su hijo.
Para detener el acoso, es esencial que usted o su hijo, o ambos, hablen con el colegio.
Piense en quién sería la mejor persona para acercarse primero. Hable de esto con su hijo, ya que puede haber un profesor en particular con el que su hijo se sienta más cómodo.
Los colegios deben hacer todo lo posible para prevenir todo tipo de acoso. La ley dice que todas las escuelas deben tener una política contra el acoso y usted tiene derecho a preguntar cómo el colegio de su hijo trata el acoso.
Los maestros pueden disciplinar a los niños por el acoso que ocurre fuera del colegio. Esto podría ser en el autobús, en la calle o en las tiendas.
Los niños pueden sentir el impacto del acoso incluso una vez que ha terminado. Si continúan sintiéndose ansiosos o deprimidos y esto les impide seguir adelante con su vida cotidiana, puede ser el momento de pedir más ayuda. Puede hablar con su médico de cabecera o con el enfermero de la escuela sobre el problema.
Importante: Nuestra página web proporciona información útil, pero no sustituye los consejos de tu médico. Siempre debes buscar aprobación médica antes de tomar decisiones sobre tu salud